Guía de bolsillo de la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia para apoyar a los estudiantes con discapacidades

Esta guía se centra en incluir a niñas, niños y jóvenes con discapacidad en la educación durante o después de situaciones de emergencia o crisis. Describe algunos de los desafíos comunes que las niñas, niños y jóvenes con discapacidades podrían enfrentar con respecto a la educación en emergencias. También analiza algunas limitaciones o preocupaciones que los docentes podrían tener al apoyar su aprendizaje en estas circunstancias. Y, además, brinda consejos prácticos para que puedan abordar estos problemas, ayudar a estudiantes con discapacidades a llegar y salir del espacio de aprendizaje, reconocer cuándo necesitan más apoyo, organizar los espacios escolares para que sean más inclusivos y adaptar las actividades de enseñanza y aprendizaje a sus necesidades.

  • Organización

    Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE)

  • Autores

    Ingrid Lewis, Duncan Little, Helen Pinnock.

  • Fecha de publicación

    Julio 31, 2010

  • Idioma

    Inglés

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Aprendizajes clave/ Recomendaciones / Estrategias

Conceptos Clave

Educación inclusiva en situaciones de emergencia: protege la presencia, la participación y los logros de todos los estudiantes en oportunidades de aprendizaje equitativas dentro de espacios de enseñanza formales y no formales. Procura la reestructuración de la cultura, las políticas y las prácticas en las escuelas para responder a la diversidad de los estudiantes en su contexto. Proporciona una educación de calidad a todas las niñas, niños, jóvenes y adultos, incluyendo a aquellos que tienen discapacidades, antes, durante o después de una emergencia causada por fenómenos naturales o provocada por el hombre, enfocándose en enseñar acerca de la reconciliación, la tolerancia y la reconstrucción conjunta y cooperativa de comunidades.

Niñas, niños y jóvenes con discapacidad: suelen presentar deficiencias físicas, sensoriales, psicosociales e intelectuales.

Discapacidad: consiste en una condición física, sensorial, mental o intelectual a largo plazo que puede afectar la capacidad de niñas, niños y jóvenes para realizar tareas diarias (moverse, ver, oír, comunicarse, etc.), que al entrar en interacción con barreras de actitud y del entorno impide su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás.

Aprendizajes

EDUCACIÓN INCLUSIVA PARA ESTUDIANTES CON DISCAPACIDADES EN CONTEXTOS DE CRISIS.

Principios de la educación inclusiva

  • Reconoce y respeta las diferencias de los estudiantes: edad, género, origen étnico, idioma, discapacidad, estado de VIH y tuberculosis, etc.
  • Reconoce que todos los individuos pueden aprender y que cada uno tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje únicas.
  • Garantiza que las políticas, sistemas, métodos, prácticas e instalaciones educativas respeten la diversidad de todos los estudiantes y respondan a sus necesidades.
  • Asegura que se eliminen las barreras de participación y aprendizaje, y que los planes de estudio y los materiales de enseñanza y aprendizaje se adapten y se hagan accesibles y apropiados a todos los estudiantes en su diversidad para que alcancen su máximo potencial.
  • Proporciona a todos los estudiantes el acceso equitativo a una educación segura y pertinente.
  • Forma parte de una estrategia más amplia para promover una sociedad inclusiva.
  • Es un proceso dinámico en constante evolución.
  • Es esencial para lograr una educación de calidad para todos.

 

Preguntas que guían la educación inclusiva

  • ¿Qué niñas, niños, jóvenes o adultos no participan actualmente en el aprendizaje?
  • ¿Cuáles son las barreras para su participación y logros en el aprendizaje?
  • ¿Qué puedo hacer para ayudar a eliminar algunas de estas barreras?
  • ¿Cómo puedo celebrar mis éxitos y el progreso de todos los alumnos de mi clase?
  • ¿Cómo puedo compartir mi experiencia con colegas y otras personas en mi comunidad?

Barreras de la inclusión en situaciones de emergencia

Podría decirse que la educación en situaciones de emergencia y en contextos afectados por crisis requiere una mayor atención para garantizar el acceso de las personas con discapacidad, dado que los desastres por fenómenos naturales y los provocados por el hombre causan daños físicos y psicológicos a las personas, y que es probable que las personas con discapacidad se enfrenten a mayores riesgos y barreras en cuanto al acceso a la ayuda (incluidos alimentos, agua, refugio, atención psicosocial), precisamente porque no pueden acceder físicamente a los puntos de distribución, las instalaciones sanitarias y las escuelas, o porque se enfrentan a barreras para llegar a la información sobre la distribución que se está llevando a cabo y los servicios disponibles.

1. En el desplazamiento de los estudiantes con discapacidad hacia y desde la escuela

  • Distancia: la falta de escuelas, debido a cierres o daños durante la emergencia, puede hacer que muchas niñas, niños y jóvenes tengan que recorrer largas distancias y enfrenten más obstáculos, sobre todo aquellos que tienen dificultades de movilidad o que no puedan desplazarse solos.
  • Vías y caminos peligrosos: las carreteras en mal estado, las caminos parcialmente bloqueados o el aumento de accidentalidad en las rutas clave provocados por fenómenos naturales le dificultan el tránsito a los estudiantes que usan muletas, sillas de ruedas u otras ayudas para la movilidad y son inseguros para los que tienen dificultades visuales.
  • Seguridad: la presencia de violencia continua en algunos contextos puede poner a niñas, niños y jóvenes con discapacidad en riesgo de sufrir abusos físicos o sexuales, especialmente a las niñas, generando sensaciones de inseguridad y ocasionando que sus familias decidan mantenerlos en casa, lo que incrementa la deserción escolar de esta población y acentúa las brechas de acceso a la educación en emergencias.
  • Transporte no disponible o inaccesible: los vehículos suelen ser inaccesibles en emergencias para estudiantes que usan ayudas para su movilidad (no son adecuados para sus necesidades específicas) debido a la falta de disponibilidad de medios de transporte, especialmente en zonas rurales; es posible que el trasporte local o tradicional sea necesitado/usado para otras tareas urgentes de las comunidades (reconstrucciones o reubicaciones) o se haya dañado.
  • Desplazamientos: los traslados de los espacios de aprendizajes o los desplazamientos de comunidades afectan a estudiantes con diferentes discapacidades, ya que para ellos las nuevas rutas y los entornos desconocidos pueden causar dificultades adicionales de movilidad, apropiación del espacio, o incluso de socialización.
  • Impacto de una nueva discapacidad: muchos desastres naturales o conflictos ocasionan discapacidades repentinas en un gran número de niñas, niños y jóvenes que no solo deben enfrentar los desafíos descritos anteriormente, con sus familias, sin haber tenido tiempo de acoplarse, sino que además deben afrontar los efectos inmediatos de las lesiones en contextos de crisis donde los servicios de atención, apoyo y educación han sido afectados y a menudo son insuficientes.

2. En el reconocimiento de las necesidades de las niñas, niños y jóvenes con discapacidad

  • Falta de reconocimiento: los problemas físicos, intelectuales o sensoriales que afectan las necesidades de aprendizaje de las niñas y niños a menudo pueden pasar desapercibidos.
  • Comunicación limitada: es posible que las niñas y niños, particularmente los más pequeños, no puedan expresar lo que les afecta.
  • Estrés: cuando los docentes trabajan en circunstancias difíciles o bajo altos niveles de estrés (como durante o después de una emergencia), es aún más probable que se pase por alto a los estudiantes con discapacidad.
  • Creencias erróneas: es posible que a los docentes les falte la confianza para actuar ellos mismos, pueden creer que identificar la posible discapacidad de un niño y determinar la forma en la que afecta sus necesidades de aprendizaje es una tarea especializada que sólo puede ser realizada por personal médico o docentes con capacitación especial, lo que deja a muchas niñas, niños y jóvenes excluidos.

3. En la gestión de la jornada escolar

  • Jornada desestructurada: al trabajar en circunstancias difíciles, los docentes pueden tener dificultades para ofrecer una jornada escolar «rutinaria», esta condición puede afectar a las niñas y niños que experimentan dificultades de aprendizaje o problemas de conducta, ya que para ellos resulta particularmente difícil participar y lograr resultados en entornos carentes de normalidad o de organización.
  • Predisposición docente: las niñas y niños con discapacidades, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta pueden necesitar ayuda o recursos de aprendizaje que los docentes consideran diferentes de la norma o que requieren más tiempo, lo que puede hacer que sientan que la jornada y el personal no son suficientes para atenderlos y que se predispongan negativamente a su inclusión.
  • Clases extensas: muchas escuelas ofrecen lecciones que duran una hora o más, esto representa un desafío para las niñas niños y jóvenes con dificultades de aprendizaje y problemas de conducta que pueden tener períodos de atención muy cortos, o para los que tienen discapacidades físicas, intelectuales, auditivas o visuales que pueden cansarse más rápidamente debido al esfuerzo adicional que necesitan para la movilidad o la comunicación.
  • Escasez de alimentos: después de una emergencia pueden escasear los alimentos, esto no solo puede afectar la concentración y los niveles de energía de muchos estudiantes, también puede representar una barrera significativa para aquellos que tienen necesidades nutricionales específicas.
  • Carencia de agua y baños: en una situación de emergencia el agua potable es escasa y las instalaciones sanitarias pueden resultar dañadas, lo que suele generar desafíos de organización para los docentes en el manejo de los desplazamientos de los estudiantes y en la atención a sus necesidades fisiológicas, especialmente de los que tienen discapacidades que requieren de ayuda para ir al baño o de descansos más regulares para hacerlo.

4. En la organización de los espacios de enseñanza

  • Aulas superpobladas: las aulas con un número excesivo de estudiantes dificultan la movilidad de los que tienen discapacidades físicas o visuales.
  • Escasez de mobiliario escolar: la falta de muebles escolares o la disposición inadecuada de los mismos representa un obstáculo para algunos estudiantes con discapacidades físicas. Por ejemplo, cuando no hay escritorios disponibles y se asignan actividades en el suelo, o cuando solo existen pupitres isósceles (todo en uno) en las aulas.
  • Iluminación insuficiente: las aulas/espacios mal iluminados (sin electricidad, con ventanas pequeñas/contraventanas o sin ellas) generan dificultades para estudiantes con limitaciones visuales y con discapacidad auditiva, disminuye su visibilidad del contenido del tablero o de los libros, y de las expresiones faciales de los profesores (leer sus labios para reconocer las lecciones verbalizadas).
  • Espacios temporales inadecuados: las aulas/estructuras temporales pueden ser inestables y carentes de resistencia a la intemperie.
  • Aulas ruidosas: los espacios en los que el ruido se propaga entre clases o desde el exterior, por el hacinamiento de estudiantes, la asignación de más de una clase en cada salón o el daño en edificios/paredes, pueden presentar barreras para estudiantes con discapacidades auditivas o intelectuales u otras dificultades de aprendizaje.
  • Carencia de zonas de esparcimiento: las áreas para el juego, la recreación y el deporte pueden ser inseguras para las niñas y niños (por ejemplo, si hay riesgo de violencia o minas terrestres) o pueden ser particularmente inaccesibles para aquellos con discapacidades físicas o visuales (como las superficies irregulares, la falta vallas para marcar límites, etc.)
  • Entorno desconocido: la disposición de nuevos escenarios de aprendizaje puede resultar muy difícil para algunos estudiantes que necesitan sentir/conocer el camino y el espacio o sujetarse de ciertos puntos para obtener apoyo.
  • Temperatura: las aulas pueden presentar exceso de calor o frío debido al hacinamiento de estudiantes o las condiciones climáticas, esto puede dificultar la concentración de alumnos y profesores, o inhabilitar su ocupación, ocasionar carencia de espacios de aprendizaje y obligar el desplazamiento de las prácticas de enseñanza/aprendizaje al exterior.

5. En la planificación y ejecución de actividades de enseñanza y aprendizaje

  • Insuficiencia de recursos: durante o después de una emergencia, es posible que las escuelas no tengan suficientes maestros y materiales de enseñanza y aprendizaje o un ambiente de aprendizaje apropiado. Porque los docentes se ausentan, renuncian o se ven afectados por la emergencia; los materiales se pierden, se dañan o son robados, y los espacios se deterioran, cierran o se desplazan de lugar.
  • Falta de capacitación: los docentes disponibles suelen tener poca o ninguna capacitación sobre la inclusión de niñas, niños y jóvenes con discapacidades y el abordaje de dificultades de aprendizaje y de problemas de conducta en contextos de crisis.
  • Aislamiento: los docentes suelen trabajar solos o sin el apoyo de las autoridades educativas, por lo que es posible que se sientan agobiados por tener que resolver problemas sin ayuda.
  • Escenarios desconocidos: la confianza de los profesores también puede disminuir cuando trabajan en un lugar extraño, con colegas desconocidos o un grupo diferente de alumnos.
  • Hacinamiento y restricción de recursos: el incremento de las limitaciones de recursos y de la cantidad de estudiantes en las situaciones de emergencia o post-emergencia puede afectar la forma en la que los docentes imparten las lecciones. Los docentes necesitan apoyo constante y tiempo para discutir estos desafíos y ayudarse mutuamente a encontrar formas de avanzar.

6. En la evaluación del aprendizaje

  • Obstrucción del progreso: las emergencias a menudo niegan a los estudiantes la oportunidad de realizar los exámenes cruciales necesarios para progresar a niveles superiores.
  • Apoyo insuficiente: después de una emergencia, particularmente en entornos escolares temporales, los docentes pueden carecer de confianza para desarrollar o gestionar sus propios procesos de evaluación si el apoyo disponible de las autoridades educativas de su territorio es débil o inexistente.
  • Falta de capacitación: los docentes pueden sentirse especialmente incapaces o limitados para valorar oportunamente el aprendizaje de los alumnos con discapacidades, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta mediante un proceso de evaluación continuo, inclusivo y diversificado.

Estrategias/Prácticas

UNA EDUCACIÓN COMPROMETIDA CON LA INCLUSIÓN: ESTRATEGIAS PARA APOYAR A LOS ESTUDIANTES CON DISCAPACIDADES EN SITUACIONES DE EMERGENCIA

  • Es importante recordar que las niñas y niños con discapacidades no experimentan automáticamente dificultades de aprendizaje y que el grado en que la discapacidad de un alumno realmente lo incapacita depende de qué tan accesibles y comprensivos sean el entorno y las personas que lo rodean (familia, comunidad, escuela).
  • Los docentes, directivos, orientadores, supervisores, agentes educativos o funcionarios de la ONG, que tienen un papel fundamental en la construcción de un presente y un futuro más igualitarios, una importante responsabilidad en la garantía y el cumplimiento del derecho a la educación de todas las niñas, niños y jóvenes, deben trabajar en hacer de la educación una educación más inclusiva apoyando a los estudiantes con discapacidad en situaciones de emergencia, usando estrategias que favorezcan su participación y que posibiliten su aprendizaje.

¿Cómo ayudar a las niñas, niños y jóvenes con discapacidad a ir y volver de la escuela?

  • Hacer que el sitio escolar sea más seguro
    • Trabaje con las autoridades locales, ONG y comunidades para limpiar la escuela y sus alrededores y acordonar las zonas peligrosas, esto ayuda a garantizar rutas y accesos más seguros para todas las niñas y niños y minimiza los peligros.
    • Busque especialistas/profesionales para apoyar las limpiezas de tierras o las demoliciones que hace la comunidad.
  • Utilizar sistemas de acompañantes y amigos
    • Implemente sesiones de prueba para ayudar a los estudiantes con discapacidad a practicar el viaje a la escuela.
    • Trabaje con los padres y otros adultos en el desarrollo de un sistema de escolta que acompañe a las niñas y niños con discapacidades en sus trayectos de ida y regreso a la escuela, y a cualquier otro niño que necesite apoyo, cuando existan problemas de seguridad (físicos o sociales) en las vías o caminos.
    • Establezca un sistema de amigos entre estudiantes, con y sin discapacidad, para que se ayuden mutuamente a llegar a la escuela y permanecer allí, cuando ya esté funcionando el sistema de acompañamiento de adultos.
  • Transporte y circulación dentro de la comunidad
    • Estimule el apoyo de miembros de la comunidad (conductores, compañeros de viaje) en el traslado de las niñas y niños con discapacidad, aliéntelos a ofrecer asistencia cuando viajen en autobús.
    • Gestione reuniones con asociaciones de padres y maestros o comités de gestión escolar para discutir y encontrar soluciones conjuntas respecto a la inaccesibilidad o carencia de medios de transporte.
    • Conforme o movilice grupos de mujeres para que se ayuden y protejan entre sí y a los niños cuando viajan a la escuela o se desplazan a cualquier lugar dentro del territorio.
    • Realice actividades de mapeo con las niñas y niños (con y sin discapacidades), las madres/padres/tutores y otros miembros de la comunidad para determinar los principales problemas de transporte y desplazamiento en el territorio: identificar autobuses que están o no disponibles o que son accesibles, carreteras/caminos peligrosos o en desuso, y lugares o rutas inseguros y seguros.
    • Informar a los líderes locales, agencias gubernamentales y ONG la situación identificada por todos para alentarlos a tomar medidas en materia de infraestructura, seguridad vial y seguridad personal en las rutas hacia y desde la escuela.
  • Ayudas de movilidad
    • Identifique los alumnos que necesitan (y tienen o no acceso a) ayudas para la movilidad hablando con madres/padres/cuidadores.
    • Investigue con la comunidad sobre organizaciones del territorio (ONG, gobierno local, servicios sociales o instalaciones médicas) que puedan asesorar o apoyar, con recursos, financiación o equipos, las necesidades de movilidad de los estudiantes con discapacidad.
    • Colabore con miembros de la comunidad para identificar alternativas asequibles de movilidad y acceso, por ejemplo con los artesanos locales para la fabricación de equipos.
  • Aprendizaje y divulgación en el hogar
    • Identifique (indague) cuantos y cuáles niñas y niños del área están en casa y por qué.
    • Diseñe actividades y tareas en casa para los estudiantes que tienen grandes dificultades para llegar a la escuela o que se recuperan de lesiones.
    • Planifique estrategias conjuntas (con docentes, directores, familiares) para llevar a la escuela a los alumnos que están en casa, especialmente cuando han resultado heridos en la emergencia, y ajuste las fechas de inscripción y la selección de clases para ellos.
      Ejemplo de experiencia de ayuda para la movilidad: niño con discapacidad física en Gaza (ver página 23)

¿Cómo reconocer cuándo las niñas, niños y jóvenes necesitan más apoyo para participar en el aprendizaje?

  • Análisis en aula
    • Observe a las niñas, niños y jóvenes de su clase para identificar quién está afrontando o experimentando dificultades, reconozca diferencias significativas en sus características, comportamiento o desempeño (comprensión de las lecciones, concentración, socialización, agilidad, pasividad, inactividad, participación, comunicación, motricidad fina <coordinación en dibujo, escritura, manualidades>).
    • Ajuste los planes, lecciones o métodos de enseñanza para poder ayudar a los que presenten dificultades.
  • Indagación y trabajo con adultos: discutir ideas para facilitar el aprendizaje con otros
    • Discuta las observaciones realizadas con los padres y con otros docentes para combinar observaciones y reflexiones, y establecer con mayor claridad las necesidades de apoyo de los alumnos en aspectos del aprendizaje y de participación en la educación.
    • Comunique los hallazgos a profesionales de la salud, trabajadores sociales y ONG infantiles para que evalúen las necesidades identificadas y brinden el apoyo médico, psicológico, de rehabilitación o práctico que se requiera.
    • Planifique los próximos pasos para apoyar una mayor participación de los alumnos. Elabore nuevos materiales de aprendizaje o adapte los existentes a las necesidades de las niñas y niños que muestran signos de dificultad, y trace estrategias o medidas graduales que faciliten su aprendizaje con ayuda de otros docentes, directores, supervisores o mentores escolares, y con el apoyo de los profesionales consultados anteriormente.
  • Enfoques de niño a niño
    • Pida a los alumnos que identifiquen, de manera respetuosa y prudente, a compañeros con necesidades particulares de apoyo o aprendizaje y a los que no asisten a la escuela, cuidando que este sea un proceso de apoyo y no de segregación. Recuerde que, a menudo, las niñas y niños en la escuela saben más unos de otros que sus profesores.
    • Aliente a los alumnos a que se ayuden entre sí trabajando en grupos pequeños de apoyo de acuerdo con la edad o el rendimiento escolar, y desarrollando sistemas de compañeros de modo que todos tengan al menos un amigo al que puedan pedir ayuda.
  • Consulta a los estudiantes
    • Conforme grupos pequeños de estudiantes para reconocer las cosas que para ellos resultan particularmente difíciles dentro del aula/escuela (contenidos, infraestructura, dinámicas sociales, metodologías, etc)
    • Indague por dificultades específicas individuales, si alguno no puede ver ni oír fácilmente, o frecuentemente no entiende lo que se dice.
    • Establezca y registre los alumnos que tienen dificultades con diferentes aspectos del entorno de aprendizaje y piense en lo que se podría hacer para facilitar su permanencia en el aula y su proceso de aprendizaje.
    • Pida a los alumnos que se reúnan con un grupo de amigos y propongan ideas sobre cómo pueden apoyar a otros niños en clase. Discuta esas ideas y decida cuáles se pueden probar. Elogie y reconozca sus esfuerzos.
  • Cuaderno de observación y reflexión
    • Mantenga un registro escrito de sus observaciones y reflexiones sobre las experiencias y habilidades de los alumnos (físicas, sociales, cognitivas y de la vida diaria)
    • Escriba objetivamente las cosas que considere preocupantes o de particular interés respecto a las dificultades observadas en la participación de niñas, niños y jóvenes en la vida escolar.

      Ejemplo de experiencia de reconocimiento conjunto de necesidades: programa del NRC en Burundi (ver página 29)

¿Cómo gestionar la jornada escolar?

  • Construir sobre lo familiar
    • No deseche por completo la estructura de organización escolar anterior, si bien una emergencia es una gran oportunidad para que mejore la forma en que gestiona la educación, los elementos de familiaridad ayudarán a los estudiantes a afrontar la situación y a sentirse incluidos. Elija aquellos elementos que funcionen bien para sus necesidades y para las condiciones de la emergencia, y cambie los que no.
    • Comuníqueles a las niñas y niños los cambios que se realicen de forma clara y tranquila, para ayudar a que comprendan la nueva situación, para evitar su estrés y reducir el riesgo de comportamientos problemáticos.
  • Consultar a la comunidad escolar sobre la organización.
    • Verifique si los arreglos de transporte o acompañamiento se adaptan a los nuevos horarios de inicio y finalización de la jornada, especialmente para los estudiantes que viven lejos de la escuela o enfrentan desafíos de movilidad.
    • Compruebe si los estudiantes se desplazan en los horarios más seguros.
    • Pregunte a los padres si requieren horarios de inicio o finalización separados para ciertos niñas y niños con discapacidades, dificultades de aprendizaje o problemas de conducta para asegurar su asistencia y participación.
  • Extensión de clases
    • Establezca lecciones más cortas (30 minutos) discutiendo los horarios con los directivos escolares.
    • Programe recesos frecuentes a lo largo del día para satisfacer las necesidades de descanso, aseo y alimentación de la mayoría de los alumnos.
  • Regreso a la escuela
    • Concilie con las familias el mejor momento para que los estudiantes que han estado fuera de la escuela debido a una enfermedad, una lesión reciente o una discapacidad a largo plazo regresen a la escuela.
    • Elabore un plan para ayudar a las niñas, niños y jóvenes a recuperar el aprendizaje que se ha perdido. Incluya a los que se han ausentado largo tiempo, que han perdido años de educación, en programas locales de aprendizaje acelerado y/o en clases de recuperación dentro la escuela.
  • Mantener a las niñas y niños activos
    • De suficiente espacio al juego al aire libre, al teatro y a otras actividades recreativas y deportivas en la jornada escolar, para que las niñas, niños o jóvenes usen sus energías físicas de manera segura y creativa y expresen los sentimientos/emociones que pueden afectarlos después de una emergencia.
      Invite a padres o voluntarios locales a participar de la organización de esas actividades.
  • Disposiciones sanitarias adaptadas al alumno
    • Identifique, con ayuda de las familias, necesidades específicas de las niñas y niños con discapacidades físicas, intelectuales o visuales respecto al uso del baño (frecuencia o asistencia requeridas).
    • Promueva espacios o grupos para que los estudiantes discutan sus necesidades sanitarias y las reglas escolares relacionadas (cómo consejos escolares o debates de aula)
    • Adapte los horarios de uso de los baños a las diferentes necesidades de los estudiantes con discapacidad.
  • Usar asistentes de apoyo
    • Busque apoyo voluntario o remunerado en asociaciones de padres y docentes, órganos de gobierno escolar o comunidades vecinas cuando no haya suficiente personal capacitado para administrar una escuela o un espacio de aprendizaje durante o después de una emergencia. Como:
      › Asistentes de las familias de las niñas y niños con discapacidades, dificultades de aprendizaje o problemas de conducta que puedan compartir sus conocimientos y experiencias.
      › Personas de la comunidad que sepan lengua de señas.
      › Miembros que asistan a estudiantes con discapacidad durante los descansos, las comidas, los desplazamientos por la escuela o el tiempo de recreación y actividades deportivas.
  • Desarrollar sistemas de amigos
    • Establezca un sistema de compañeros, de participación voluntaria entre estudiantes, para ayudar a los que presentan discapacidades, dificultades de aprendizaje o problemas de comportamiento a:
      › Comprender y recordar la estructura del día, desplazarse al lugar correcto en el momento adecuado.
      › Movilizarse y trabajar en las clases que están conformadas por un número muy grande de estudiantes o por grupos de diversas edades.
      › Afrontar algunos desafíos diarios como ir a buscar agua potable o limpiar el aula.
      › Animarse a organizar y/o participar en más actividades, a conversar, jugar y comer juntos.
  • Mejorar el acceso de los niños a la alimentación en la escuela
    • Adapte los horarios de comida y descanso de los estudiantes con discapacidad a sus ritmos y necesidades, trabajando de la mano con los administradores de la escuela o de las ONG y con los grupos de padres.
    • Planifique la ayuda necesaria para los estudiantes que requieran asistencia para comer, a través de acompañantes de apoyo o de la colaboración entre compañeros de estudio.

      Ejemplo de experiencia de gestión oportuna de la jornada escolar: propuesta de World Visión en Nepal (ver página 38)

¿Cómo organizar los espacios de enseñanza?

  • Adaptar entre todos los espacios de enseñanza
    • Dialogue con otros docentes y observe otras aulas para identificar cambios del espacio de enseñanza que puedan ayudar a mejorar la participación de estudiantes con discapacidades físicas, intelectuales, auditivas o visuales.
    • Indague con los estudiantes, con y sin discapacidad, las cosas que hacen que la escuela, el aula o los contenidos sean cómodos/ incómodos, accesibles/inaccesibles o fáciles/difíciles de aprender, a través de diálogos abiertos, actividades grupales de elaboración de mapas que muestren los elementos buenos y malos, o de buzones de sugerencias anónimos.
    • Planifique los horarios de las lecciones con otros profesores de modo que acuerden períodos de silencio y ruido. Por ejemplo, podrían tener momentos tranquilos de lectura al mismo tiempo, o podrían realizar lecciones interactivas ruidosas paralelamente.
    • Elabore los materiales de enseñanza y aprendizaje situados en el aula (carteles, modelos, etc.) a partir de recursos disponibles localmente, y anime a los alumnos a fabricar materiales básicos para decorar su aula que puedan llevar fácilmente a un nuevo escenario (cuando los espacios se desplacen a lugares temporales por las emergencias).
    • Asegúrese de que los estudiantes con discapacidades siempre tengan acceso a cualquier mueble adecuado para sus necesidades, aún en aquellos espacios que no cuenten con suficientes escritorios y sillas para todos. Puede crear un sistema de rotación para el uso de los muebles existentes o adaptarlos en compañía de los estudiantes, e incluso de la comunidad (por ejemplo, a través de un miembro de la comunidad o un programa de capacitación vocacional cercano centrado en la carpintería que realice proyectos de adaptación o construcción de muebles con los estudiantes)
  • Hacer que el espacio de enseñanza sea más accesible con cambios sencillos
    • Permita que los estudiantes con discapacidades se sienten donde mejor puedan ver, oír, sentir comodidad o estar al lado de su compañero de aprendizaje.
    • Reorganice, o anime a los niños a reorganizar, la disposición de los muebles para permitir que los estudiantes con discapacidades físicas y visuales se muevan con seguridad y facilidad.
    • Siente a las niñas, niños y jóvenes que tienen dificultades para concentrarse lejos de las puertas o ventanas para que no se distraigan con lo que sucede afuera.
    • Ubique a estudiantes con problemas de conducta en un lugar donde pueda verlos fácilmente y hacerlos participes, con mayor frecuencia, de acciones de colaboración/liderazgo dentro de las actividades del aula.

      Ejemplo de experiencia de reorganización de dinámica de enseñanza: propuesta docente apoyada por programa Engage de USAID en Pakistán (ver página 53)

¿Cómo planificar y ejecutar las actividades de enseñanza y aprendizaje?

  • Aprender de las experiencias de otros y socializar con colegas
    • Identifique, con los padres y los mismos estudiantes, qué desean aprender las niñas, niños y jóvenes, qué tipo de actividades realizan con mayor entusiasmo y cuáles se les dificultan. Esto le permitirá determinar condiciones específicas de aprendizaje y barreras de inclusión.
    • Investigue qué ideas ya han sido probadas en la comunidad local, o por sus colegas, para incluir a niñas, niños y jóvenes con discapacidades, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta en clases habituales.
    • Busqué, analice y comparta documentos que tengan consejos prácticos, políticas u orientaciones sobre al tema de la inclusión.
    • Fomente, con la ayuda de los directores escolares o supervisores, espacios de diálogo con padres, miembros/líderes de la comunidad, personal de ONG y colegas para identificar percepciones sobre la emergencia y sus impactos en las niñas, niños y jóvenes, especialmente en aquellos que tienen discapacidades, e ideas sobre la planificación y gestión de lecciones que los puedan incluir. Este trabajo colaborativo puede formar parte de actividades más amplias en torno a la reconciliación, la construcción de comunidades o la rehabilitación posterior a un desastre.
  • Utilizar diferentes actividades durante la lección
    • Piense más allá de su formación, busque y pruebe nuevos enfoques para crear soluciones distintas frente a los retos de la emergencia y la inclusión de niñas, niños y jóvenes con discapacidad en la escuela y el aula.
    • Diseñe la actividad principal para la lección específica y planifique, al mismo tiempo, actividades alternativas/complementarias que ayuden a los alumnos que evidencian dificultades para aprender el tema o para desarrollar la actividad, o que se puedan utilizar cuando el grupo este conformado por distintas edades (por ejemplo, si se trata de leer algo del tablero o libro involucre alternativas en las que escuchen material relacionado, observen imágenes o dibujos representativos, o toquen objetos asociados con lo que se está leyendo)
    • Proponga trabajos en grupo para que los estudiantes se ayuden mutuamente en la comprensión de las lecciones.
  • Diseñar lecciones para adaptarse a pensadores y hacedores
    • Planifique lecciones que incluyan actividades de pensamiento y comunicación (reflexionar respuestas, leer, escuchar, responder preguntas) y actividades de acción y ejecución (escribir, sostener objetos, usar materiales, correr, jugar), teniendo en cuenta las necesidades específicas de niñas y niños con discapacidades físicas, visuales, auditivas o de aprendizaje que a veces implican desplazamientos limitados, cansancio físico rápido, cansancio mental causado por concentración/atención extendida, entre otros.
    • Cree en conjunto con otros docentes una colección de diferentes actividades cortas, que todos puedan usar, para darles a los alumnos un descanso para ese «pensar» o «hacer» durante cualquier lección.
    • Implemente esas actividades en compañía de asistentes de apoyo, de ser posible.
  • Planificar los recursos de enseñanza y aprendizaje que se utilizan
    • Determine la cantidad de materiales disponible y planifique como será dividida/utilizada en las lecciones.
    • Divida la clase en subgrupos para que se comparta el material.
    • Elabore materiales de enseñanza y aprendizaje (carteles, maquetas o móviles) aprovechando recursos locales y materiales desechados (recicle).
    • Busque ideas para adaptar materiales para los niños con distintas discapacidades, indagando material bibliográfico o dialogando con otros miembros de la comunidad (docentes, asistentes de apoyo, familias, alumnos y adultos con discapacidades). Ideas como: imágenes táctiles (mapas contorneados con otros materiales y con tapas que ubiquen los nombres de ciudades), objetos fáciles de manipular (piedras grandes para juegos de contar) y objetos ruidosos (campanas o pelotas caseras para juegos grupales de movimiento).
  • Elegir el contenido didáctico incorporando temas de emergencias
    • Paz y reconciliación, tolerancia y diversidad: con estos aspectos en el plan de estudios puede promover la apertura y la tolerancia para garantizar que los alumnos se acepten, se incluyan y se apoyen unos a otros en sus actividades escolares individuales y en el trabajo en grupo. Esto fortalece los enfoques inclusivos en la escuela y apoya el desarrollo del sistema de compañeros.
    • Seguridad alimentaria, alimentación saludable, buenas prácticas de higiene: utilice estos temas para discutir las necesidades particulares de los estudiantes con discapacidades y discutir soluciones con ellos, sus familias y/o sus amigos en la escuela.
    • Mantenerse a salvo: use esta “materia” para conocer, y tratar de resolver, cualquier problema de seguridad que impida que los alumnos con discapacidades asistan a la escuela.
    • Habilidades para la vida útiles para la comunidad local: incluya el aprendizaje de habilidades prácticas, aliente a los adultos de la comunidad local a compartir sus conocimientos y habilidades con niñas, niños y jóvenes vinculándolos a partes relevantes del plan de estudios formal. Centrarse en esas habilidades prácticas o vocacionales puede permitir que los niños que tienen menos habilidades académicas obtengan buenos resultados.
  • Actividades al aire libre/recreación/drama/deportes
    • Diseñe actividades de ejercicio físico y otras actividades recreativas estructuradas y asegúrese de que estas actividades, que son fundamentales para el bienestar de todos los estudiantes, sean accesibles para los estudiantes con discapacidades, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta.
    • Disminuya la duración de las lecciones o utilice una combinación de actividades animadas y relajantes dentro de una lección (leer, responder preguntas, discutir preguntas en parejas, dibujar, jugar, cantar, bailar)
    • Agrupe a los alumnos para que se ayuden mutuamente en estas actividades, reconociendo las necesidades de acompañamiento o aprendizaje de los alumnos que necesitan apoyo.
  • Actividades extracurriculares
    • Aliente y apoye a los estudiantes con discapacidades para que participen en consejos escolares o comités existentes, reconociendo que sus puntos de vista e ideas son tan importantes como los de cualquier otro estudiante. Asegúrese de que reciban el apoyo de algún compañero de necesitarlo (para escribir, comunicarse, moverse).
    • Garantice que los clubes preescolares y extraescolares incluyan actividades que sean accesibles para los estudiantes con discapacidades y que se lleven a cabo en lugares y horarios que permitan que todos los estudiantes puedan participar.
    • Desarrolle clubes para mantener y mejorar el entorno escolar (de reciclaje, limpieza de césped o arbustos, allanamiento de caminos, etc.). Esta podría ser una manera útil para que los estudiantes que tienen habilidades físicas, pero no académicas, desempeñen un papel activo y valorado en su escuela.
    • Gestione espacios y apoyo profesional para garantizar que las niñas, niños y jóvenes reciban asesoramiento y/o apoyo psicosocial, esto favorecerá su desempeño.
  • Manejar las clases: técnicas de comunicación
    • Diversifique las formas para comunicarse con los estudiantes en clase (no solo verbales), especialmente si incluye niñas y niños con discapacidades, con dificultades de aprendizaje o con problemas para controlar su comportamiento.
    • Adapte su lenguaje corporal para mejorar la visibilidad, la escucha, la claridad y la comprensión, también para reducir la ansiedad y mantener el interés. Sonría, use gestos, señales manuales simples o movimientos para dar pistas sobre el significado de lo que está diciendo, utilice expresiones faciales claras que indiquen cuando espera respuestas o demanda acciones.
    • Hable con claridad, vocalice y no use un tono bajo, esto permitirá que los estudiantes con discapacidades, auditivas, visuales o intelectuales lean sus labios, escuchen con precisión y comprendan las ideas.
    • Emplee la lengua materna de los estudiantes o el idioma local, utilice vocabulario sencillo, y use letra grande y clara en el tablero, cuaderno o materiales de aprendizaje.
    • Utilice técnicas o recursos que apoyen mensajes o instrucciones, esto hace que la comprensión de todos los estudiantes, especialmente de los que tienen discapacidad o dificultades de aprendizaje, sea más fácil y rápida (por ejemplo, use tarjetas de colores o sonidos específicos para señalar acciones como la finalización de una actividad o para permitir que se expresen sentimientos, ideas, dudas o se solicite ayuda).
  • Repetición
    • Encuentre maneras diversas de transmitir la información.
    • Divida la información en varios puntos más pequeños.
    • Repita y revise los principales puntos de aprendizaje de cada lección para ayudar a los alumnos (especialmente aquellos que experimentan dificultades de aprendizaje y problemas de conducta) a captar cosas que no habían notado o no entendían antes.
  • Mantener el interés
    • No intente alcanzar muchos objetivos de aprendizaje a la vez en una misma lección, los estudiantes pueden confundirse si reciben demasiados mensajes, muchas instrucciones diferentes o información nueva al mismo tiempo.
    • Utilice un lenguaje claro y explique las palabras difíciles o desconocidas.
    • Fomente la democracia en el aula, permita que los estudiantes pueden valorar las lecciones y sugerir formas de hacer que sean más atractivas o fáciles de entender.
    • Use mucho la revisión de puntos cubiertos en lecciones anteriores relacionados con el tema actual, esto posibilita que el aprendizaje sea progresivo, ayuda a consolidar lo estudiado, y permite aclarar las dudas de aquellos que se perdieron las lecciones anteriores o no las comprendieron por completo.

      Ejemplo de experiencia de propuesta de actividades inclusivas: programa de educación inclusiva del Comité Internacional de Rescate en Afganistán (ver página 57)

¿Cómo evaluar el aprendizaje?

  • Hacer que los exámenes o métodos de evaluación sean más accesibles
    • Determine, en conjunto con otros docentes, directores o supervisores, medidas para permitir que todos los alumnos realicen exámenes clave, garantizando así la evaluación continua y los exámenes formales.
    • Monitoree el progreso de los alumnos y mantenga registros de sus logros.
    • Usé la evaluación de los alumnos para determinar si sus enfoques de enseñanza son exitosos.
    • Utilice asistentes de apoyo o compañeros de estudio de otros grados para ayudar a los alumnos con discapacidades visuales, o los que tienen dificultades para escribir, a leer las preguntas y a registrar sus respuestas durante el examen.
    • Proponga alternativas prácticas para que los alumnos demuestren sus conocimientos. (Por ejemplo, que demuestren su conocimiento matemático o científico a través de la construcción de algo, eso puede evidenciar de forma clara y didáctica su comprensión).
    • Solicite a las autoridades locales pertinentes que se realicen ajustes para los estudiantes con discapacidades durante los exámenes formales.

Otros conceptos/Glosario

Dificultad de aprendizaje: abarca desde un deterioro intelectual (como el síndrome de Down) hasta un problema a corto plazo con el aprendizaje durante una lección específica. A menudo, el término cubre afecciones como la dislexia o el autismo. Sin embargo, no todas las personas que experimentan dificultades de aprendizaje tienen una discapacidad intelectual, sensorial o física, o una condición reconocida como la dislexia. Cualquiera puede, en algún momento de su vida, experimentar una dificultad de aprendizaje a corto o largo plazo.

Problemas de conducta: reacciones de los estudiantes que suelen estar relacionadas con situaciones de su contexto (experimentar estrés por una crisis/emergencia, sufrir abusos, ser testigo de violencia, ser separado de su familia, etc) y se reflejan en su comportamiento, ya sea volviéndose callados y retraídos o perturbadores, agresivos o violentos. Estos problemas también pueden ser experimentados por los niños con discapacidades o dificultades de aprendizaje, pero no todos los niños que experimentan problemas de conducta tienen una discapacidad o dificultad de aprendizaje.

Evaluación: proceso continuo que le permite a los docentes medir los progresos de los alumnos, monitorear sus logros y poder ayudarlos a conseguirlos, y posibilita que valoren el aprendizaje que se está produciendo y la eficacia y eficiencia de la enseñanza.

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